Monday, September 15, 2008


THE LONG GOODBYE" - RAYMOND CHANDLER
algunas perlitas
"Me quedé mirándola. La dama rubia me sorprendió haciéndolo. Alzó la vista un centímetro y dejé de estar allí. Pero donde quiera que estuviese, seguía conteniendo el aliento.Hay rubias y rubias y a estas alturas esa palabra es casi un chiste. Todas las rubias tienen sus puntos positivos, excepto quizás las rubias metálicas que son, debajo del tinte, tan rubias como un zulú y que , en cuanto a carácter, son tan tiernas como una acera. Está la rubia pequeña y graciosa que pía y gorjea, y la rubia grande y escultural que te para los pies con el hielo azul de su mirada. Está la rubia que te obsequia con miradas reverenciales de cuerpo entero, huele maravillosamente, se te cuelga del brazo y siempre está pero que muy cansada cuando la llevas a casa. Hace ese conocido gesto de indefensión y tiene esa condenada jaqueca y te gustaría darle un mamporro si no fuera porque te alegras de haber sabido lo de la jaqueca antes de invertir demasiado tiempo, dinero y esperanzas en ella. Porque la jaqueca resulta ser permanente, un arma que nunca pierde eficacia y es tan mortal como el estoque del espadachín o el frasquito de veneno de Lucrecia Borgia.Luego está la rubia suave y complaciente y alcohólica a quién le tiene sin cuidado lo que lleva puesto con tal de que sea visón o adónde va con tal de que se trate del club nocturno más dernier cri y no falte champán seco. O la rubia pequeñita y animada que es un poquito pálida e insiste en pagar lo suyo y está siempre de buen humor y es un prodigio de sentido común y sabe judo de pe a pa y es capaz de lanzar a un camionero por encima del hombro sin saltarse más de una frase del editorial de la Saturday Review. Y la rubia pálida, muy pálida, con algún tipo de anemia que no es mortal pero sí incurable. Muy lánguida y muy enigmática y habla con una voz muy dulce y sin origen conocido y no le puedes poner un dedo encima porque en primer lugar no te apetece y en segundo lugar está leyendo La Tierra Baldía o Dante en el original , o Kafka o Kierkegaard o estudia provenzal. Es una apasionada de la música y cuando la Filarmónica de Nueva York toca a Hindemith sabe decirte cuál de las seis violas ha entrado un cuarto de compás tarde. Creo que Toscanini también. Ya son dos.Y finalmente está la espléndida joya que sobrevive a tres jefes de la mafia y luego se casa con tres ricachones a millón por cabeza y termina con una villa de color rosa pálida en Cap d’Antibes, un Alfa Romeo con piloto y copiloto, y una cuadra de gastados aristócratas a los que trata con la distraída condescendencia con que un duque ya entrado en años da las buenas noches al mayordomo.El sueño al otro lado del bar no pertenecía a ninguna de aquellas categorías; ni siquiera a esa clase de mundo. Era inclasificable, tan remota y transparente como agua de montaña, tan difícil de aprehender como su color…"

"Así transcurrió un día en la vida de un investigador privado. No exactamente un día típico, pero tampoco del todo atípico. Nadie sabe qué es lo que hace que sigamos en este oficio. No te haces rico, ni tampoco es frecuente que te lo pases bien. A veces te dan una paliza o te pegan un tiro o te meten en chirona. Una vez en la vida te matan. Cada dos meses decides dejarlo y encontrar alguna ocupación razonable mientras todavía caminas sin decir que no con la cabeza. Entonces suena el timbre , abres la puerta de la sala de espera y te encuentras con una cara nueva y un problema igualmente nuevo, un nuevo cargamento de dolor y una cantidad muy pequeña de dinero."

"Solo hay una manera de que un jinete gane una carrera pero hay veinte maneras de perderla."
"Veníamos aquí de cuando en cuando, a primera hora como hoy . Antes de que al local se le salten las costuras"

"Era un individuo que hablaba poniendo muchas comas, como en una novela con empaque"