Wednesday, January 11, 2017

En el muelle de Séneca

el mar era una cordillera a ras de agua, de papel de plata y cobalto. El viento del oeste oponiéndose a las olas, aplacándolas con tenaz y enérgica constancia. El sol dando su dó de pecho antes de las mieles de la decadencia.  Y la gente llena de tiempo libre y soledad buscando la felicidad frente al sol, en todas sus formas. En esa postal donde siempre hay perros, nadie como ellos conoce la  felicidad.
apuntes

Era callado y escuchaba atentamente. Era un hombre que tenía un propósito en la vida.

Ella estaba todavía aprendiendo a vivir y él ya lo había aprendido todo.

Era una mujer que creía en sus impulsos. Te podía recibir con un delantal o con una túnica de emperatriz egipcia. Siempre era fiel a su papel.

Su secreto era que usaba un método para todo.

Era un bohemio, nunca se preocupaba por lo que tenía que hacer.

- He oído de formas de pecar más sofisticadas.
- ¿Peores?
- No, más sofisticadas.

Solo era un hombre bueno que lo que quería era hacer el mal.

Sabía quién era pero le seguía amando.