Saturday, November 11, 2017

POEMATROZOS

Más acá de la magia la artritis
La realidad del tiempo resplandeciente
La artritis
Venimos en un tiempo verbal determinado
Que anula los futuros
Yo quiero amar con energía
Un gato maullando en la pelea de la noche
El jazmín impone al sentido su arcano
Quisiera abandonar mi yo en este instante
Sin repicar de campanas  si acaso de copas
Para mirar la luna que me acompañe el vino
Para mirarte a ti que nada me acompañe
Son la cuatro de la mañana en tu reloj
Para mi es tiempo para mí mismo
Huir del gentío quiero
No estoy para fiestas ajenas
Algún verso arrancaré al huerto de la noche
Para que se repita una sola vez
No quieras recordar nada nada hay
No pierdas el tiempo perdido
El único con el que cuentas
Agarra la flecha por su punta llameante
Y abrásate de convicción
ESTAR EN PAZ suena a lápida
Yo quiero lápices de colores
Ya no digo palabras que signifiquen mucho
Me acuesto pensando que mañana lo haré mejor
Y no es difícil pensar que así será
De mi turba turbia de avalanchas
Las notas rotas de mis violines siniestrados
A quien me agrede deseo no estar simplemente
Desaparecen las huellas importantes para lección del mundo
La belleza es brisa de mar muerto
Aquí y ahora ocurre el silencio
Me he despojado hasta del criterio
No sé en qué lugar queda la fiesta
Es hermoso no tener qué celebrar
Nunca hubo tantos dioses tan efímeros
Idolatrados tan febrilmente
Confía solo en el prisma de tu propia álgebra
Y regala tus resultados  si se tercia
Regala en vano Y no te justifiques

Me voy a la cama y no te espero

Wednesday, January 11, 2017

En el muelle de Séneca

el mar era una cordillera a ras de agua, de papel de plata y cobalto. El viento del oeste oponiéndose a las olas, aplacándolas con tenaz y enérgica constancia. El sol dando su dó de pecho antes de las mieles de la decadencia.  Y la gente llena de tiempo libre y soledad buscando la felicidad frente al sol, en todas sus formas. En esa postal donde siempre hay perros, nadie como ellos conoce la  felicidad.
apuntes

Era callado y escuchaba atentamente. Era un hombre que tenía un propósito en la vida.

Ella estaba todavía aprendiendo a vivir y él ya lo había aprendido todo.

Era una mujer que creía en sus impulsos. Te podía recibir con un delantal o con una túnica de emperatriz egipcia. Siempre era fiel a su papel.

Su secreto era que usaba un método para todo.

Era un bohemio, nunca se preocupaba por lo que tenía que hacer.

- He oído de formas de pecar más sofisticadas.
- ¿Peores?
- No, más sofisticadas.

Solo era un hombre bueno que lo que quería era hacer el mal.

Sabía quién era pero le seguía amando.